Parálisis del sueño

Así lo pienso, así lo veo… Parálisis del sueño

Ciertamente, no se conoce mucho sobre este fenómeno, pero son más las personas que lo padecen de las que te puedas imaginar. Está catalogado como un trastorno del sueño en el cual el cuerpo despierta antes que el cerebro.

Va desde quienes lo han experimentado una vez en su vida hasta quienes les aterra dormir por el simple hecho de saber que, al momento de cerrar los ojos, aparecerá. Puede ser producido por el estrés o la falta de sueño. Lo cierto es que no es una experiencia agradable; en su máxima intensidad, la persona que la padece puede tener alucinaciones auditivas, visuales y también táctiles.

Estando «dormidos», experimentan la sensación de estar despiertos, es decir, ven todo a su alrededor tal cual es, con la diferencia de que no pueden moverse. Es como si tuvieran la cabeza pegada a la cama y el cuerpo no respondiera a las señales que el cerebro envía para moverse. Intentan gritar, hacer todo el esfuerzo posible para despegarse de la cama, sin obtener resultados, lo que convierte la experiencia en algo terrorífico.

Relatos de sucesos experimentados

  1. «Una vez estaba tomando una siesta en el sofá. De repente, no podía moverme. Traté de alzar los brazos y lo hice con tanta fuerza que sentí que se me despegaba la piel. Cuando lo cuento, aún siento esa parte del antebrazo como si estuviera desgarrándose la piel; es como un quemazón. No lo comprendo, ¿por qué la sensación si, en efecto, esto no ocurrió?»

  2. «La padezco desde la infancia. No era muy recurrente; podía aparecer al cabo de un año, quizás dos. Hubo un momento en que el lapso de tiempo fue de casi cuatro años en los cuales no la experimenté. Ya en la etapa de la adultez se convirtió en un verdadero horror; la sufro casi a diario».

  3. «Estando en plena parálisis, con el rabillo del ojo vi un ser muy grueso acostado al lado mío. Llegué a tocarlo; casi muero de un infarto. Por suerte, desperté».

Recomendaciones

  1. Dormir medio sentado: en un ángulo de 30 o 45 grados. Algunas personas con este trastorno pueden tomar ventaja de esto, ya que logran presentir cuando se aproxima un episodio.Está comprobado que dormir en esta posición evitará que acontezca esta perturbación del sueño. Pero si ya estás en plena parálisis, trata de desplazarte como puedas y lograr quedar medio sentado. Esto hará que pase. Si lo logras, en ese momento sentirás un enorme peso ir hacia abajo, como liberándote literalmente de la cabeza a los pies. Ahora bien, al parecer, como no se completó el suceso, esto puede hacer que quiera volver con más frecuencia, así que por varios días deberás dormir de esta forma.

  2. Estar tranquilo hasta que pase: Esta práctica es muy difícil, casi imposible, ya que, al momento del trastorno, el susto genera en la persona una desesperación o una sensación de impotencia. Sin embargo, si puedes concienciarte de que es una parálisis y mantenerte tranquilo, quedarás profundamente dormido y luego despertarás de forma normal.

  3. Mantener un hábito de sueño saludable: Lo recomendable es dormir de 7 a 8 horas. Tomar un té relajante antes de acostarse también puede ayudar.

Conclusión

Es importante aclarar que, aunque la parálisis del sueño puede ser aterradora, no es peligrosa. Más allá de la angustia que provoca la parálisis en quienes la padecen, en sí no representa ningún peligro. Mejor dicho, es un trastorno más del sueño que, por sí mismo, es inofensivo. Lo importante es poder controlar el momento en que se manifiesta. Sin embargo, puede estar vinculada a factores como el estrés, la ansiedad, la falta de sueño o problemas de sueño como la narcolepsia. Mantener una rutina de sueño saludable, reducir el estrés y mejorar la higiene del sueño puede ser clave para prevenir estos episodios. 

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